'Me aventé a mi esposo para que no desaparezcan su cuerpo', los impactantes testimonios del ataque en Tambomayo
Un enfrentamiento entre los comuneros de Uchubamba y Curimarca, en la provincia de Jauja, en Junín, dejó el domingo último, tres muertos y más de 30 heridos, uno de los peores saldos por un problema limítrofe que lleva más de 20 años. La Policía detuvo a nueve campesinos como presuntos autores de este ataque.
Olga, a quien identificaremos así, perdió a su esposo Raúl Felipe Inga (49). Las otras víctimas mortales de Curimarca son el dirigente Santiago Inga Inga (54) y Raúl Baldeón Baldeón (49).
“He pensado morirme. Tenían balas, bombas, cuchillos. Tenían hachas, jebes (resorteras), tenían piedras, con eso nos han atacado”, le contó Olga a un periodista de ‘Radio Joya’ de Jauja ocultando su rostro de las cámaras.
“Hemos ido a rescatar a dos niños que estaban perdidos en esa zona donde veníamos sembrando. Hemos ido 50 comuneros. Mi esposo estaba yendo adelante. La bala. Lo veo que lo estaban arrastrando muerto ya”, narra.
“Me aventé para agarrar a mi esposo. Me jalonearon del cabello. Con la desesperación tenía que aventarme a mi esposo para que no lo boten o desaparezcan en esa zona pantanosa, hoyada. Al río lo avientan y ya no voy a ver a mi esposo para sepultarlo diciendo yo me aventé”, relató.
“A mis compañeros le empezaron a balear. Volteo para atrás y ya estaban muertos mi tío, mi hermano. Yo pensé: ¿estoy en vida o muerta? Me secuestraron y me llevaron hincándome con un fierro”, recuerda horrorizada.
Mario Pecho Inga estaba en su predio cuando se desató el ataque. Tuvo que refugiarse en los montes.
“A las 7 de la noche entraron a atacarnos a Tambomayo, donde estamos viviendo. Nosotros teníamos que escaparnos por el campo, por el monte, para que no nos maten. Nos han perseguido hasta arriba”, contó Pecho
“En la mañana nuevamente nos atacaron. Ahí es donde matan a las tres personas. Después de todo, en la tarde hemos bajado a buscar a las personas desaparecidas, ahí también nos vuelven a atacar. Ahí es donde hieren a muchas personas más, a balazos también. Tienen escopetas, armas de largo alcance, revólveres”, dijo.
“Han quemado nuestras chozas. Han saqueado. Todas nuestras cosas se han robado, todos nuestros animales”.
Otra comunera que lleva la chompa manchada de sangre cuenta que el ataque a tiros fue cuando iban por la carretera a rescatar a los suyos.
“Estábamos yendo a Tambomayo porque ahí estaban los comuneros de Curimarca secuestrados, torturados. Ahí nos atacaron. Estaba bloqueada la carretera con árboles, piedras grandes. Ahí nos disparan”, relata.
“Me han dado con piedra en la boca, todo el diente”, dice la sobreviviente quien fue retenida por más de dos horas en el sector de Uchubamba, donde fue golpeada salvajemente.
Cuando Delma Cárdenas Inga llegó al lugar para ayudar a su hermana, luego que la Policía realizara el levantamiento de los cuerpos y la detención de 8 pobladores de Uchubamba, continuó el ataque a fuego abierto.
“Llegué a las dos de la tarde ahí. Llegué a ver a mi familia y ya estaban recogiendo los cadáveres. Los policías ya se estaban yendo. Pensé que estaba todo tranquilo, con calma bajamos, confiados, pensando que todo terminó. Empezaron a atacarnos. Empezaron a dispararnos con perdigones. Varios heridos hay. Nos han correteado hasta el final. Nos estamos defendiendo con piedras”, relata Delma.
Nueve comuneros de Uchubamba se encuentran detenidos por el presunto delito de homicidio por arma de fuego. Se trata de Yulver Eliseo Meza Díaz (20), Ottmar Yarasca Barja (24), Roberto Orihuela Mendoza (48), Rosendo Valle Baldeón (55), Jone Quispe Mercado (56), Vivar Palacios Yanco (62), Max Baltazar Ordoñez (40), Dionisio Santiago Rubin (46), y Rigiberto Borja inga que está hospitalizado. El fiscal Freddy Richard Collas Oré, del Pool de Fiscales de Junín, dirige la investigación.
Los restos de las víctimas fueron retirados esta noche, 01 de febrero, de la morgue judicial de Hualhuas, en Huancayo, y trasladados a Curimarca donde serán sepultados.
La Dirección Regional de Salud de Junín reportó 32 comuneros heridos, 30 de ellos por proyectil de arma de fuego. Bartolomé Cárdenas Inga (62) y Abel Pecho Inga (23) fueron los últimos en ser evacuados, se encuentran en el hospital Daniel A. Carrión de Huancayo.