[OPINIÓN] Claves para consensuar y reconciliar al país
Por: Yuri Lara Pérez
Luego de la proclamación del ciudadano Pedro Castillo como presidente electo del Perú, y estando a días previos para su juramentación, aún hay tareas pendientes que tienen que ser resueltas con sensatez y con mucha cautela por el entorno político del mandatario del bicentenario.
Y es que las últimas elecciones celebradas en nuestro país, aparte de ser atípicas por haberse realizado en medio de una crisis sanitaria por el covid-19, también han sido extremadamente polarizadas, lo cual ha conllevado a que los electores expresen con su voto las marcadas diferencias por su preferencia y rechazo entre las agrupaciones políticas que disputaron la segunda vuelta electoral.
No hay duda que el tan mentado “modelo económico” ha sido, y sigue siendo el principal pilar de esta polarización, tomando en cuenta que el discurso de Castillo propone una mayor participación del Estado, aplicando un modelo de economía popular con mercados, para lo cual plantea convocar a una Asamblea Constituyente, la nacionalización de algunas industrias, la prohibición de algunas importaciones, entre otras medidas.
Pero las divergencias no solo se reflejan en el común de los ciudadanos, sino que se verán replicadas en el próximo Congreso de la República, donde por efecto de la fragmentación de las bancadas, se vaticina tensos debates desde el momento en que se instalará el pleno y a la hora elegir a los integrantes de la primera mesa directiva.
En ese escenario, una de las claves es pensar en la conformación de un gabinete amplio, plural y que genere confianza. Ese consejo de ministros debe estar conformado por personajes de intachable trayectoria profesional y ética, además de demostrar capacidad para concertar y expresar la idea de “moderación” frente a un Congreso que a todas luces marcará oposición por la sumatoria de bancadas.
El principal desafío del presidente electo Pedro Castillo, es lograr gobernabilidad en los cinco años que ejercerá el cargo de jefe de Estado. Para ello, debe evitar cometer los mismos errores ocurridos en el periodo del 2016 al 2021, que marcó el inicio de la inestabilidad gobernable del país.
Pero tampoco hay que descartar la posibilidad que, si el próximo parlamento demuestra una postura radical, terca y obstruccionista, esto podría jugar a favor del presidente Castillo, en el sentido en que la población pensará, creerá y sentirá que ese Congreso opositor solo busca como trasfondo una revancha electoral.
Otra clave es, establecer pactos o alianzas en el Congreso con dos fines específicos: para lograr el voto de confianza a su gabinete y plan de gobierno, y para obtener respaldo en la aprobación de los proyectos de Ley que requiera el Ejecutivo en el pleno.
La tercera clave es saber manejar y neutralizar la obstrucción a la gobernabilidad del país anunciada por Keiko Fujimori, que como sabemos, solo tuvo un afán dilatorio al querer desconocer los resultados de la segunda vuelta.
Finalmente, la última clave será poner en agenda inmediata la lucha contra la pandemia, la reactivación de la economía y mejorar el servicio de educación.
Esta etapa será vital, porque incluso existiría el compromiso del parlamento para apoyar las acciones que tengan que ver con la vacunación, el retorno seguro a clase y la reactivación de la economía”.
Esperamos que se adopten las medidas adecuadas, por el bien del país, por la memoria de quienes nos legaron una patria libre e independiente, y que ahora, en este bicentenario se requiere más que nunca reconciliar a sus habitantes.